Aula Financiera

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Ocho momentos de tu vida en los que tendrás que revisar tus finanzas

El primer trabajo, la vida en pareja, la llegada de los hijos, el desempleo… todas las etapas de nuestra vida implican también cambios en nuestra economía

Abuelos, pareja y niños10/02/2016.- En nuestras vidas se van sucediendo diferentes etapas: unas llegan de forma natural, otras los buscamos y planificamos, otras quizá irrumpen de una forma inesperada y sorprendente… En todos ellas estará presente, de un modo u otro, la economía, por lo que tendremos que hacer un repaso a nuestras cuentas y ajustar nuestro presupuesto. Por eso, hemos de estar preparados para tomar decisiones, tener una base de conocimientos financieros y sobre todo, tratar de anticiparnos y de ser previsores para que ni los cambios previstos, ni los que llegan sin avisar, desbaraten nuestras cuentas.

  • Un momento emocionante: el primer trabajo.- Se trata de una etapa de la vida muy trepidante. Terminan los estudios y después de, probablemente, grandes esfuerzos, llega el ansiado trabajo, los primeros ingresos, los planes de futuro, las posibilidades de viajar y de hacer más cosas y… ¡de gastar! La tentación está al alcance de tu cartera, ya que comienzas a tener ingresos y quizá todavía no tengas muchos gastos fijos. ¡No te dejes llevar! Es tu oportunidad para iniciarte en el ahorro –los expertos suelen aconsejar dedicar al ahorro un 10% de la nómina-, y también de estar alerta con los gastos: evitar compras innecesarias y no “tirar” de tarjeta de crédito que nos pueda arrastrar a gastar más de lo que tenemos. Este es solo el principio de una vida que empezamos a diseñar. ¡Márcate objetivos!
  • ¿Dónde vivir? La compra de la vivienda.- Esta decisión afectará de forma importante a nuestra economía, dado que habitualmente es necesario contratar un préstamo hipotecario que pagaremos durante años ¡o décadas! Es imprescindible hacer una buena planificación económica y reflexionar sobre nuestra capacidad de endeudamiento para optar por una hipoteca asumible. Antes de tomar una determinación, piensa en tus planes laborales y personales de cara al futuro, con el reto de buscar el momento más idóneo para realizar esta compra. Y si lo tienes claro ¡infórmate, compara y nunca te endeudes por encima de tu capacidad de ingresos!
  • 1+1= la vida en pareja.- Otro cambio emocionante en nuestras vidas que probablemente nos enfrenta a situaciones que no nos habíamos planteado previamente: ¿qué objetivos tiene el otro y cómo afectan a la economía conjunta? Es fundamental que exista una buena comunicación financiera entre ambos, que la pareja dedique un tiempo a hablar de ello para ver si sus expectativas coinciden, si hay intereses comunes o muy diferentes. La falta de comunicación en este aspecto es garantía segura de discusiones y ¡de disgustos!  

    También es imprescindible pactar si las finanzas se gestionarán en común, si se mantendrán de forma individual o si se opta por una fórmula mixta; poner parte de la economía en común y seguir manteniendo una parte de forma independiente. Si la pareja opta por casarse habrá de elegir entre el régimen de gananciales –lo que supone que los ingresos, bienes, derechos y obligaciones  de ambos están totalmente vinculados- o separación de bienes –en el que cada uno es responsable de sus posesiones y sus ingresos-. La pareja puede decidir que uno se haga cargo de las finanzas, pero ambos deben estar al tanto de las cuentas, depósitos, inversiones y seguros que se contraten. Si son necesarios los dos sueldos para afrontar los gastos: coche, hipoteca… quizá sea conveniente estudiar la contratación de un seguro de vida que garantice que se podrán asumir todos estos costes si uno de los dos, por desgracia, fallece o sufre una incapacidad.
     
  • ¿Y si nos quedamos sin empleo?- Siempre esperamos que esta etapa no llegue, pero hay que estar preparado. Pese al duro golpe que sin duda supone, es fundamental ponerse manos a la obra lo antes posible. Mientras se trabaja en la búsqueda del próximo reto laboral, hay que reorganizar las cuentas y ajustar los gastos a la nueva situación, revisando cada uno de ellos: vivienda, gastos mensuales, comidas fuera, ocio… Analiza lo que puedes recortar; hay que ajustarse el cinturón e implicar a los tuyos en este nuevo escenario para seguir adelante de la mejor forma posible. ¡Seguro que pronto cambian las cosas!
     
  • La familia crece: llegan los niños.- Todos los padres coinciden en afirmar en que se trata del mayor cambio en sus vidas, emocionalmente, pero también en el resto de ámbitos. Además de aprender a cambiar pañales, preparar purés, volver a jugar tirado por el suelo y disfrutar de esas pequeñas sonrisas, ¡tendrás que hacer cuentas!. Cambiarán tus prioridades en la vida y también, por supuesto en tu economía. Junto al incremento de gastos propios del aumento de la familia, habrá que pensar en cuestiones como si uno de los dos miembros de la pareja reduce su jornada laboral para el cuidado de los niños –lo que implicaría una reducción de ingresos- o si necesitáis apoyo en casa. Piensa también que en ir haciendo “reajustes” a medida que los pequeños crecen porque se van sumando nuevos gastos: guardería, colegio, material escolar, libros, actividades extraescolares… No olvides informarte sobre las ayudas y deducciones de las que te puedas beneficiar. 

    Por otro lado, habrás de pensar en las fórmulas para proteger el futuro económico de los tuyos. Si disponías de seguros, como el de vida o el de salud, revísalo para adaptarlo a la nueva situación, valora si sería conveniente su contratación, en el caso de no tenerlos, y plantéate hacer testamento. ¡Ah! Y no olvides preocuparte por la educación financiera de tus hijos.
  • Puede que las cosas no vayan bien… y os separéis.- Esta es una de las situaciones que no imaginas cuando inicias una vida común. Afrontar financieramente la separación o el divorcio es difícil porque se trata de un doloroso proceso en el que están muy presentes las emociones. Sin embargo, hay que tratar de separar sentimientos y finanzas y seguir los consejos de los expertos, que recomiendan siempre buscar un acuerdo. De este modo, la ruptura será más llevadera y supondrá un menor impacto económico, al evitar el tiempo y dinero que implica pasar por el Juzgado. Asesórate y prepárate aprendiendo los principales aspectos legales; y estudia la situación de vuestros bienes –trata de hacer un listado con todos vuestros bienes, cuentas, acciones, depósitos, patrimonio…- con la mayor objetividad posible para plantear la mejor negociación para ambos.

    Tendrás que asumir que se inicia una nueva etapa: la vida sin tu pareja. En solitario, con la custodia de los hijos, con custodia compartida… sea cual sea el acuerdo final, la situación será distinta. Así que es imprescindible estudiar los ingresos y gastos, si uno se hace cargo de los niños, si ha de pagar una pensión… valorar todos estos aspectos será básico para lograr un acuerdo adecuado para toda la familia. No olvides revisar y hacer las modificaciones oportunas, en función de las circunstancias, en los seguros de los que dispongas; vida, salud, etcétera.
  • Síndrome del nido vacio.- Los hijos terminan los estudios, con más o menos dificultad encuentran un trabajo y… vuelan para comenzar su propio recorrido en la vida. Nos encontramos ante una nueva situación personal y también financiera en la que ya, probablemente, no hay gastos de hipoteca, ni hay que comprar ropa nueva para ellos, ni libros para la Universidad…. A estas alturas ya habrás comenzado, probablemente, a anticiparte a la jubilación, y quizá ahora debas incidir más en este aspecto.
  • Y…¡llega la jubilación!, ansiada por muchos y también temida por otros, por el vértigo que produce el cambio en nuestra rutina y en nuestro nivel de vida. Para empezar a ser consciente de cómo quedarán tus ingresos, puedes acceder a la aplicación que la Seguridad Social ha puesto en marcha para calcular la pensión que te quedará en un futuro. Aunque se trata de una cifra orientativa ya que dependerá de si sigues o no trabajando en las mismas condiciones, te permitirá hacer cálculos. ¿Será suficiente? ¿Con qué patrimonio cuentas? ¿Necesitas completar esos recursos?

    Si tienes un plan de jubilación, deberás decidir si cobras ese dinero de una sola vez, con pagos periódicos o mediante una fórmula mixta. Ten en cuenta que cada una de estas opciones tiene una repercusión y unas consecuencias fiscales, unas más beneficiosas que otras. Y por último, y aunque sea difícil y duro pensar en el momento en el que ya no estés, deja en orden tu patrimonio y tu herencia. Y mientras resuelves todos estos temas, no olvides lo más importante: tu planificación personal para disfrutar al máximo de las oportunidades que puede ofrecerte la más que merecida jubilación. 

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