Aula Financiera

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¿Sabes qué es la financiación colaborativa?

Internet y las nuevas tecnologías han impulsado nuevas formas de colaboración, consumo y financiación. La economía colaborativa cobra fuerza en la sociedad y según un estudio de la OCU, el 70% de los encuestados había participado en una iniciativa entre particulares de este tipo

16/02/2016.- Las nuevas tecnologías abren y facilitan nuevos modelos de negocio, de colaboración y también de financiación. Solicitar un crédito o pedir un préstamo ya no es la única fórmula para arrancar un nuevo proyecto, abrir un negocio o hacer realidad una iniciativa social. En los últimos años han surgido novedosas vías para lograr estos recursos dentro de la economía colaborativa, que cada vez cobra más protagonismo en la sociedad, tal y como se demuestra en el informe “Colaboración o negocio. Consumo colaborativo: del valor para el usuario a una sociedad con valores”, presentado recientemente por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

El estudio, que ha analizado 70 plataformas colaborativas –de diferentes tipologías, incluyendo las de financiación-, se ha desarrollado en Bélgica, Italia, Portugal y España y ha recogido la opinión de 8.670 personas. El 70% de ellas había participado en alguna iniciativa de este tipo y las experiencias, en general son bastante satisfactorias, ya que la nota media que otorgan los usuarios es de un ocho.

La tipología de estas plataformas de economía colaborativa es muy variada e incluye la conexión de usuarios con intereses comunes, la promoción de hábitos sostenibles y también las nuevas fórmulas de transacción, en ámbitos como el transporte, el alojamiento, las compras de segunda mano o la financiación. Esta última vertiente, la de la financiación colaborativa, tiene además distintas modalidades, en función del objetivo o características del proyecto a apoyar.

Una de las fórmulas más conocidas es el crowdfunding o los micromecenazgos, un modelo destinado a financiar proyectos, generalmente de cuantías no muy elevadas, mediante el que los participantes realizan donaciones particulares de pequeñas sumas. Goteo.org y Verkami.es son dos ejemplos de este tipo de plataformas, que fijan para cada proyecto una cuantía mínima, garantizando que la iniciativa sólo sale adelante si es viable. De no lograrse la cifra estipulada, se devuelve a los participantes lo aportado. Los promotores de cada proyecto pueden establecer “recompensas” como agradecimiento a los pequeños mecenas que aportan su donación, como sucede por ejemplo en iniciativas sociales.

Existe también otra vertiente del crowfunding que consiste en “vender por adelantado”; es decir, si el proyecto es la publicación de determinado producto, por ejemplo un libro, los participantes podrían comprarlo de antemano, adelantando así la financiación necesaria, y recibirlo cuando la iniciativa sea una realidad.

Además del crowdfunding basado en donaciones o mediante esa “compra anticipada” existen el crowdfunding de inversión (Equity), en el que los participantes invierten dinero en una empresa a cambio de obtener una participación en su capital.

Otra posibilidad de obtener financiación está en el crowdlending, donde la financiación procede de una red en la que intervienen particulares o empresas que realizan un préstamo. Con ellos se pacta el retorno de la cantidad aportada, y además obtienen un pequeño interés por el capital que invierten para que el proyecto salga adelante.  

Junto a estas vías en los que el objetivo es la financiación, la economía colaborativa ofrece numerosas iniciativas y modelos que contribuyen a sumar esfuerzos, a participar aportando ideas, conocimientos, experiencias y también a encontrar socios y a trabajar de forma conjunta para hacer posible que un proyecto salga adelante.

¿Conoces alguna experiencia de financiación colaborativa?